lunes, 24 de noviembre de 2008

Me niego


Yo se que hay aguas subterráneas que fluyen entre los pasajes del tiempo, se que hay influencias tan transversales como externas, tan inmediatas como embusteras y tan esquivas como los segundos a las horas, se que estamos entre las palabras que fluyen de las tardes conversadas de muchos, se que tanto tu nombre como el mío se refriegan entre saltos de inútiles neuronas de muchos y que se reflejan en sueños mezquinos de otros tantos.

Ni el temor y la codicia extranjera pueden, ni los rasguños de la historia, ni las vibraciones fabricadas por almas vacías pueden derrotar una montaña de amor, porque estas son hechas de piedras encarnadas de ternura, de peñascos de emociones que se impregnan del querer, porque las sombras de esas almas no son capaces de tocarla, porque un alma tan mendiga no posee la suficiente sabiduría del sentir que sea capaz de hacer templar siquiera una fortaleza de caricias.

No existe energía posible, natural ni fabricada, prendada ni libertina, ni de magias ni de soles, ni de rosas ni de espinas, que sea capaz de mellar la unión de dos almas vagabundas, de viajeros de encarnaciones en busca su complemento y de un par de pasajeros de vidas prestadas a los sueños.

Me niego a perderte, me niego a permitir que suspiros de ultratumba tracen surcos entre nosotros, porque tu alma bendita ya se impregnó de la mía, porque mis uñas aún se permiten tener rastros de tu piel, porque ni la violencia del sentir foráneo es capaz de controlar el tiempo cuando te miro, porque tus labios no son nada sin mis dedos y mi boca no existe sin la tuya.

Me niego a permitir, que algo me baje la luna y me apague las estrellas, que alguien tan mezquino me quite el aire por el simple hecho de no poder sentir, de no poder vivir la sensación infinita que me alumbra cada vez que me miras..... me niego.

No hay comentarios: