miércoles, 10 de diciembre de 2008
Dicen
Dicen que los pastores
de día huelen a lana
y que de noche sueñan
ovejas corriendo a los montes.
Dicen que los sabios
de día huelen a tiempo
y que de noche sueñan
historias marcadas a fuego.
Dicen que las princesas
de día huelen a luz
y que de noche sueñan
reinos de soles y lunas.
Dicen que los enamorados
de día huelen a mares
y que de noche sueñan
olas de lunas y astros.
Dicen que los labriegos
de día huelen a tierra
y que de noche sueñan
semillas a manos del tiempo.
Dicen que la esperanza
de día huele a nostalgia
y que de noche sueña
mezclada de ayer y futuro.
Dicen que tus cabellos
de día huelen a abrigo
y que de noche sueñan
obscuras flores de estrellas.
Dicen que mis manos
de día huelen a tus labios
y que de noche sueñan
las curvas de tus caderas.
Dicen que mis ojos
de día huelen a flores
y que de noche sueñan
pasajes de tus jardines.
Dicen que el sonido
de día huele palabras
y que de noche sueña
verdades de soles eternos.
Dicen que nuestro amor
de día huele a misterio
y que de noche sueña
castillos de reyes y reinas.
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