miércoles, 15 de octubre de 2008

El valor de un tal vez



No quiero que que me des un no, ni tampoco que me regales un si, porque prefiero un tal vez.

Con un tal vez te vas ganando a pellizcos mi corazón, porque estás diciendo de manera evidente y elegante que me vas a observar, que vas a tomarte el tiempo de descubrir quien soy, que vas a girar a mi alrededor buscando suspicacias y asociaciones con el pasado, que pudieran alejar tus recuerdos de mí o que generen fulgores de impulsos que conecten tu sentir con el mío.

Con un tal vez me entregas la mitad de tu respeto, la otra te la entregas a ti misma, porque desde la distancia veo claramente el amor que te tienes, veo de manera concisa lo sagrado y prohibido de tu corazón, que no transa con lo inmediato y que no se nubla de un solo suspiro. Me respetas con tu verdad, esa que no conoces y buscas en mi, me respetas al buscar mis aciertos y defectos, al conocer mi existencia despacio, como saboreando cada detalle, como dejando que entren mis vivencias en ti, haciéndolas de tu propiedad y aceptando de a poco lo humano que soy.

Con un tal vez me das la oportunidad de crecer, de ser mejor cada día, de coordinar mis sensaciones con mi existir y ser de a poco lo más cercano a la superación, de indagar en mis caminos, de descubrir mis pequeñeces y hacerlas gigantes y magnas, merecedoras de tus admiraciones y también de tu amor.

Con un tal vez me entregas tu historia, con virtudes y desaciertos, con temores y sonrisas, con inocencias y ternuras, que van de a poco recorriendo los surcos de mis emociones, generando despacio los caminos de ese viaje hasta el centro de ti.... ese bello recorrido hasta el centro de tu corazón.

Gracias por darme ese hermoso regalo....
...ese lindo regalo de luchar por ganarme el si.

No hay comentarios: