miércoles, 24 de septiembre de 2008

Jardín nocturno de piedras



Con un silencio fortuito
y una ausencia fugaz
con estos frutos en flor
se no te veré más.

Con la mirada ausente
y el pulso acelerado
con palabras del presente
y estos gestos remojados.

Ay árbol de esos frutos
de color anaranjado
si tan solo fue un instante
y ya estaba sonrojado.

Y el anochecer es mío
y retumba aquella luna
del recuerdo de esa charla
aunque fuese solo una.

Sin respuestas esperadas
suena el eco del olvido
sin mensajes contundentes
ya no quiero ese sonido.

Esta noche retumbante
preñada está de estrellas
así como quisiera verte
plagada de flores y piedras.

Madre importa lo que escribo
y borracho estoy ahora
ni gota de alcohol conozco
embriagado estoy de aromas.

Si la ausencia de sonido
genera esa noche eterna
entonces al estar tan lejos
te transformas en leyenda.

Con la primavera a cuestas
y este jardín florecido
la noche solo acompaña
los silencios del olvido.

Y me quedo en mi jardín
Y no quiero esa respuesta
y quién mandó estas flores
a ser testigos de tu ausencia.



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